Sin duda alguna, el fin de semana que acaba de concluir ha estado marcado en el panorama europeo por la disputa de dos partidos, uno en el Calcio italiano y otro en la Ligue 1 francesa, de máxima rivalidad, dos auténticos 'derby', pese a no ser equipos de la misma localidad. Por un lado, me estoy refiriendo al 'derby' italiano entre el Inter de Milán y la Juventus de Turín, mientras que por el otro al 'derby' francés entre el PSG y el Olympique de Lyon. A continuación pasamos a desgranar minuciosamente cada uno de los dos clásicos.
Uno de los mejores partidos que se puede ver en el mundo se disputó el Sábado en el
Estadio Giuseppe Meazza de Milán entre el equipo local el
Inter de Mourinho, líder de la Serie A, y la
Juventus de Ranieri, que había resurgido de sus cenizas tras sus partidos europeos frente al Real Madrid.
Los locales llegaban al partido tras haber derrotado a domicilio en la jornada pasada al Palermo por (0-2) merced a dos latigazos de
Ibrahimovic y tras unos cuantos partidos en los que los pupilos de Mourinho habían entrado de algún modo en una
dinámica pobre en cuanto a juego y resultados ajustados se refiere.
La
'Vecchia Signora' sin embargo llegaba al encuentro en el
mejor momento de toda la temporada tras haber vencido y (medio) convencido en el Olímpico de Turín frente al Genoa por (4-1) en una de las mayores goleadas que se le recuerdan a este equipo desde que Ranieri es el encargado de comandarlo desde el banquillo.
El luso
'Mou' volvió a renunciar a su clásico 4-3-3 por segunda semana consecutiva y
apostó de nuevo, igual que frente al Palermo, por un 4-4-2 sin salidas naturales por banda con un 'cuatribote' en el medio del campo y dos delanteros arriba. En defensa el excelso
Maicon actuó por la banda derecha con todo el carril para el sólo, el brasileño
Maxwell jugó como lateral izquierdo y en el centro de la zaga actuaron curiosamente dos centrales zurdos (incluso tiene otro más en el plantel: Chivu): el argentino ex del Real Madrid,
Walter 'El Muro' Samuel y el Campeón del Mundo,
Materazzi. En el medio del campo volvió a ubicar un
'cuatribote' con los argentinos
Zenetti y el
'Cuchu' Cambiasso, además del impresionante ghanés
Muntari (sustituido por Vieira al final del partido), en labores más de contención, y con el talentoso serbio
Stankovic (sustituido por Burdisso al final del partido) como jugador mas creativo. El dúo atacante estuvo formado por el gran
Zlatan y por el brasileño
Adriano (sustituido por 'El jardinero' Cruz al final del partido), que venía de 'mojar' con la 'Canarinha'.
Claudio Ranieri volvió a apostar por su
inamovible 4-4-2, con
Manninger bajo los palos y con una
linea de cuatro atrás bastante defensiva, con el checo
Grygera por la derecha,
Molinaro por la izquierda, más
Legrottaglie y
Chiellini por el centro. En el
centro del campo ubicó
en linea a
Marchionni (Camoranesi entró en su lugar a falta de veinte minutos para el final del partido) por el costado derecho y al checo
Nedved por la parte izquierda, mientras que por el centro actuaron el portugués
Tiago (
Marchisio entró en su lugar antes del minuto 5, por lesión en la rodilla) y el inagotable franco-maliense
Sissoko. La zona de ataque fue cosa del italo-brasileño
Amauri Carvalhino (Iaquinta entró en su lugar a falta de un cuarto de hora para el final del partido) como gran referencia, flanqueado por un últimamente rejuvenecido
Alex Del Piero.
El partido comenzó con
un ritmo alto de juego, tratando 'Mou' de hacer daño en la telaraña que había montado Ranieri en el medio del campo con la movilidad y el talento del serbio Stankovic. Me gustó la
dupla Adriano-Ibrahimovic, con 'El Emperador' como referencia arriba
Zlatan puede aportar más movilidad y sentido al juego del Inter que cuando ha de jugar como único punta. El técnico luso, en vista de la
mala aclimatación de los recién llegados, el talentoso Quaresma y veloz Mancini, parece haber
desistido de la idea de jugar con extremos para forjar un
'cuatribote' en el medio del campo en donde salen
beneficiados tanto Stankovic, que goza de cierta
libertad de movimientos, como Muntari, un jugador que tiene
mucha más calidad y posibilidades de las que la gran mayoría de la gente le presupone: en mi opinión se trata de
un muy buen jugador, como demostró el año pasado en la Premier y antes en Udine. Pese a que el
dominio del tempo del partido perteneció al Inter, en esta ocasión
el 'mago sueco' no tuvo su día de cara a gol, ya que
falló dos ocasiones clamorosas que podían haber echo menos sufrida la victoria para su equipo.
El gol de Inter y del partido, llegó casi
a falta de un cuarto de hora para el final, por mediación del impresionante
Muntari que en el
segundo palo empuja al fondo de la red un
centro-chut de Ibra que recoge el balón de una
lucha entre Adriano y los centrales de la Juve.
La polémica está servida, ya que
los jugadores juventinos consideraban que el ghanés estaba en situación de fuera de juego y que por ello no debería de haber subido el tanto al marcador.
A partir de ahí,
Ranieri tampoco se volvió loco, porque
su libreto no tiene Plan B, y
sacó del campo a un punta como Amauri por otro como Iaquinta.
Cuando a esta Juve le falla su Plan A, que no pasa por otra cosa que
ir ganando o empatando, el equipo no sabe que hacer. Y en parte es normal,
el equipo está montado para achicar espacios, presionar y remar aguas, cuando ha de hacer algo distinto del guión habitual...Y en esas se
acabó un partido que ganó el Inter (1-0) de forma merecida, porque es
mejor equipo que la Juve, porque
tiene mejores jugadores y porque
su idea de juego es más atractiva que la de la 'Vecchia Signora'. Destacar una vez más, y ya van... el memorable partido del lateral brasileño
Maicon Douglas Sisenando: descomunal la aportación de caudal ofensivo durante los 90 minutos por la banda derecha de este lateral en beneficio de su equipo.
El Inter continúa liderando una jornada más el Calcio, mientras que la Juve se descuelga a 6 puntos de la cabeza de la clasificación...
Gran clásico del fútbol francés el disputado el Sábado en el
Parque de los Príncipes entre el equipo local, el
París Saint Germain, dominador del campeonato galo durante parte de la década pasada, y el equipo visitante, el
Olympique de Lyon, que lleva arrasando en la Ligue 1 desde que se inició esta década.
El partido se presentaba como una
alternativa para los locales en su intento de ascender posiciones en la tabla clasificatoria, tras haber doblegado en la jornada anterior a domicilio al Le Havre por (1-3) con gol incluido de Guillaume Hoarau, el jugador de las Islas Reunión que con sus casi 30 goles el año pasado ayudó a los de Jean Marc Nobilo a ganar la Ligue 2 y ascender a la máxima categoría del fútbol francés.
El club que preside Jean Michel Aulas venía de
vencer y convencer en el Estadio de Gerland por (2-1) frente al Girondins de Burdeos de Laurenc Blanc, uno de los grandes animadores del campeonato galo, con gol incluido de su estrella y máximo realizador del campeonato, el excelso Karim Benzema.
Paul Le Guen, el técnico parisino,
plantó en el terreno de juego su clásico 4-2-3-1, con el potente
Camara y el altísismo
Traoré en el centro de la defensa más los veloces
Ceará y
Armand en los laterales. El doble pivote estuvo formado por el ex-jugador del Lyon,
Jéremy Clément, y por el incombustible
Claude Makeléle, que flotaron durante todo el partido a la linea de tres medias puntas por las que suele apostar Le Guen: por la derecha actuó el conocido ex del Barça y del Lyon,
Ludovic Giuly (sustituido a falta de 25 minutos para el final por el franco-congoleño Luyindula), por el centro, con libertad de movimientos el beninés
Sessegnon y por la izquierda el rápido
Rothen, quedando como único delantero
Guillaume Hoarau, una de las sensaciones de este año en el campeonato francés y que a buen seguro que dará mucho que hablar en los próximos años.
Claude Puel utilizó de nuevo las
rotaciones en su ya
clásico 4-3-3 del Lyon, con una defensa formada por el potente
Boumsong y el brasileño
Cris en el centro, con el jovencísimo
Lamine Gassama (sustituido a falta de diez minutos para el final por el marfileño Keita) en el lateral derecho (desde que se lesionó Clerc es propiedad suya) y con el ex jugador del Valencia,
Reveillere (sustituido antes del cuarto de hora por el internacional sub-17
Thimothee Kolodzieczak), como falso lateral izquierdo. Por delante de ellos, como mediocentro, actuó el camerunés
Makoun, acompañado por los dos volantes creadores: el talentoso brasileño
Ederson y el magistral sueco
Kim Källström. Y arriba el tridente, con el brasileño
Fred como delantero centro, escoltado por el rápido
Sidney Govou en el lado derecho y por el franco-argelino
Benzema (sustituido al cuarto de hora de la segunda parte por Juninho Pernambucano) volcado al perfil izquierdo, para así poder
ubicar en el once a los tres juntos.
El partido fue
dominado casi por completo por el Lyon que dispuso de
varias ocasiones para llevarse los tres puntos en juego, sobre todo en
disparos desde la frontal, pero fue el PSG quién se llevó el gato al agua merced a un solitario gol en donde
Giuly remata de cabeza en el segundo palo un centro del fenomenal Ceará tras un saque de banda por el lado derecho.
Si algún equipo (¿Real Madrid?) busca lateral derecho, como mínimo deberían de hacerle un seguimiento: simpre juega a un nivel altísimo (de prestaciones muy similares a Rafinha, aunque no tan conocido como el del Schalke 04). A partir de ahí los
pupilos de Paul Le Guen se atrincheraron atrás, con un
gran trabajo de Makelele en el centro del campo que
recordaba por momentos al del Real Madrid o al de sus primeros años en el Chelsea, tratando de
salir a la contra por medio de Giuly o de Rothen y cediendo por completo toda la
iniciativa del partido al campeón francés que vió como el colegiado del encuentro
al cuarto de hora de entrar en el campo sustituyendo a Benzema, expulsaba a Juninho Pernambucano por una acción antideportiva sobre un jugador parisino.
Es
lícito por parte de Claude Puel incluir en el equipo inicial al brasileño Fred,
un grandísimo jugador que por cierto, como ya avancé hace algún tiempo, el próximo verano no costará un euro, pero
no a costa de ubicar a Karim como extremo izquierda, ya que
ahí pierde gran parte de su potencial y pasa casi desapercibido; quizá
un 4-4-2 sería el sistema de juego más racional para ubicar arriba a los dos juntos, sin comerse los espacios, y en donde Benzema no se vería atrincherado en la banda izquierda. En cualquier caso es un problema que deberá solucionar el técnico lyonés.
Y ahí acabó el partido (1-0), sumando el PSG tres puntos de oro que le acercan a los puestos calientes de la Ligue 1, y viendo el Lyon como el Niza recorta su ventaja a cinco puntos, que son más ficticios que otra cosa, ya que el campeonato francés es uno de los menos competidos en cuanto a la lucha por el primer puesto se refiere: lucha por ello el Lyon y nadie más.
El título es cosa suya y solo suya, y a las pruebas me remito...