Continuando con la sección de jugadas de auténtico lujazo para el recreo de nuestros ojos, recordaremos en el día de hoy una jugada que acabó en gol que cuando tuve la ocasión de verla, hace ahora cuatro años, en un principio tuve la impresión de que se trataba de un vídeo montaje televisivo que había hecho algún programa en homenaje al gran Ibrahimovic. Pero nada mas lejos de la realidad, la jugada era real, mejor dicho, fue real, y los espectadores que abarrotaban el Amsterdam Arena tuvieron la oportunidad de disfrutar, además de la victoria de su equipo contra el Nac de Breda, de una de las obras de arte mas maravillosas que uno recuerda de este santo deporte llamado fútbol.
Nos remontamos a una tarde de verano, cuando éste estaba dando sus últimos coletazos en los Países Bajos, concretamente al 22 de Agosto de 2004 en la ciudad holandesa de Amsterdam y en el estadio del Ajax de Amsterdam, el espectacular Amsterdam Arena, en un partido de Liga contra el Nac de Breda y que acabó en goleada final por (6-2) a favor de los ajacied.
Pues bien, hacia el minuto 75 del encuentro los casi 50.000 espectadores que estaban disfrutando del juego y de la victoria de su equipo, en aquellos instantes por (4-1) tuvieron el privilegio de presenciar en vivo y en directo una de las obras de arte mas grandes que se han hecho en el mundo del fútbol por uno de los artistas mas preciados de cuantos han jugado a este deporte.
Todo comenzó cuando Zlatan Ibrahimovic, delantero sueco de origen bosnio que por aquel entonces pertenecía al Ajax de Amsterdam que entrenaba Ronald Koeman, a apenas 15 minutos del final del partido recibió un balón del tunecino Trabelsi, lateral derecho del Ajax, a mas de 30 metros de la portería, lo controló ante la tarascada de un rival e inició un eslalom de unos 10 segundos en el que repitió fintas y dribló a contrarios en varias ocasiones hasta completar un total de siete regates, dejando literalmente sentados a varios jugadores del Nac de Breda y entre recorte y recorte avanzó hasta el centro del área para marcar uno de los goles de 'elaboración propia' más bellos que se recuerdan ante el estupor y la incredulidad de propios y extraños. Que maravilla, una obra de arte llena de talento, habilidad, control de la pelota, inteligencia, dinamismo, coordinación, espectacularidad,... y podía estar 10 años, tantos como segundos empleó Zlatan Ibrahimovic en hacer esta joya, enumerando calificativos a semejante JUGADÓN.
Una jugada digna de otras obras de arte que todos tenemos en la cabeza, como la que logró Maradona contra Inglaterra en el Mundial 86 partiendo desde su propio campo, sorteando a cuantos rivales le salieron en aproximadamente 9 segundos y batiendo al guardameta británico, o a la que hizo Ronaldo contra el Compostela en 1996 donde arrancó desde el medio del campo y en otros 9 segundos le dio tiempo a deshacerse de cuantos rivales le acometian para conseguir batir la portería del conjunto gallego.
Nos remontamos a una tarde de verano, cuando éste estaba dando sus últimos coletazos en los Países Bajos, concretamente al 22 de Agosto de 2004 en la ciudad holandesa de Amsterdam y en el estadio del Ajax de Amsterdam, el espectacular Amsterdam Arena, en un partido de Liga contra el Nac de Breda y que acabó en goleada final por (6-2) a favor de los ajacied.
Pues bien, hacia el minuto 75 del encuentro los casi 50.000 espectadores que estaban disfrutando del juego y de la victoria de su equipo, en aquellos instantes por (4-1) tuvieron el privilegio de presenciar en vivo y en directo una de las obras de arte mas grandes que se han hecho en el mundo del fútbol por uno de los artistas mas preciados de cuantos han jugado a este deporte.
Todo comenzó cuando Zlatan Ibrahimovic, delantero sueco de origen bosnio que por aquel entonces pertenecía al Ajax de Amsterdam que entrenaba Ronald Koeman, a apenas 15 minutos del final del partido recibió un balón del tunecino Trabelsi, lateral derecho del Ajax, a mas de 30 metros de la portería, lo controló ante la tarascada de un rival e inició un eslalom de unos 10 segundos en el que repitió fintas y dribló a contrarios en varias ocasiones hasta completar un total de siete regates, dejando literalmente sentados a varios jugadores del Nac de Breda y entre recorte y recorte avanzó hasta el centro del área para marcar uno de los goles de 'elaboración propia' más bellos que se recuerdan ante el estupor y la incredulidad de propios y extraños. Que maravilla, una obra de arte llena de talento, habilidad, control de la pelota, inteligencia, dinamismo, coordinación, espectacularidad,... y podía estar 10 años, tantos como segundos empleó Zlatan Ibrahimovic en hacer esta joya, enumerando calificativos a semejante JUGADÓN.
Una jugada digna de otras obras de arte que todos tenemos en la cabeza, como la que logró Maradona contra Inglaterra en el Mundial 86 partiendo desde su propio campo, sorteando a cuantos rivales le salieron en aproximadamente 9 segundos y batiendo al guardameta británico, o a la que hizo Ronaldo contra el Compostela en 1996 donde arrancó desde el medio del campo y en otros 9 segundos le dio tiempo a deshacerse de cuantos rivales le acometian para conseguir batir la portería del conjunto gallego.
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