El Real Madrid dejó en Almería unas sensaciones preocupantes de cara al devenir de una temporada que apenas acaba de comenzar. No fue un partido bueno, pero se le puso de cara a los blancos con el gol de Raúl a los 38 minutos tras recibir un centro desde el flanco izquierdo a cargo del 'Pipita' Higuaín, merced al cual se fueron a la caseta con ventaja en el marcador, en una primera parte controlada por los pupilos de Schuster pero sin gran profundidad en ataque.
El técnico germano alineó a los dos mediocentros con que cuenta su plantilla, Gago y Diarrá, y a Sergio Ramos de nuevo en el lateral derecho. Y ninguno de los inventos le resultó al equipo, pues el medio del campo en vez de mostrar entereza, hizo aguas, con un Diarrá perdido, y el lateral de Camas volvió a realizar otro partido lamentable, esta vez ayudado por Diarrá, al que Schuster colocó como falso interior derecho para atender las reclamaciones de Sergio Ramos.
Al inicio de la segunda parte Pepe se retiró lesionado por precaución ante el inminente partido de la Champions del miércoles ante la Juventus, y el equipo cedió terreno minuto a minuto hasta acabar reculando en las cercanías de la portería de Casillas.
Y en esas llegó el gol del empate, cuando Sergio Ramos midió mal un balón, lo despejó peor, hacia el centro, y generó un agujero una vez más en su lateral que originó el centro de Crusat y el remate de Piatti al fondo de la portería de Casillas, cuando únicamente faltaban 8 minutos para la finalización del encuentro.
El técnico germano alineó a los dos mediocentros con que cuenta su plantilla, Gago y Diarrá, y a Sergio Ramos de nuevo en el lateral derecho. Y ninguno de los inventos le resultó al equipo, pues el medio del campo en vez de mostrar entereza, hizo aguas, con un Diarrá perdido, y el lateral de Camas volvió a realizar otro partido lamentable, esta vez ayudado por Diarrá, al que Schuster colocó como falso interior derecho para atender las reclamaciones de Sergio Ramos.
Al inicio de la segunda parte Pepe se retiró lesionado por precaución ante el inminente partido de la Champions del miércoles ante la Juventus, y el equipo cedió terreno minuto a minuto hasta acabar reculando en las cercanías de la portería de Casillas.
Y en esas llegó el gol del empate, cuando Sergio Ramos midió mal un balón, lo despejó peor, hacia el centro, y generó un agujero una vez más en su lateral que originó el centro de Crusat y el remate de Piatti al fondo de la portería de Casillas, cuando únicamente faltaban 8 minutos para la finalización del encuentro.
1 Almería: Diego Alves; Bruno, Chico, Pellerano, Mané; Juanito (Soriano, 71'); Juanma Ortiz (Uche, 45'), Corona (Crusat, 45'), Julio Álvarez, Piatti; Negredo.
1 Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe (Metzelder, 47'), Cannavaro, Heinze; Diarra, Gago, Sneijder (Guti, 77'); Higuaín (Van der Vaart, 71'), Robben y Raúl.
Goles:
0-1 (38'): Raúl de cabeza tras centro de Higuaín desde la banda izquierda.
1-1 (82'): Piatti bate a Casillas tras centro desde la izquierda de Crusat que recibe el balón tras una pérdida de Sergio Ramos que despeja hacia el centro.
Arbitro: González Vázquez (Colegio Gallego). Por parte del Almería amonestó a Uche, Juanito, Soriano y Negredo, mientras que por parte del Real Madrid lo hizo a Sneijder y Casillas.
Estadio: Juegos Mediterráneos (17.000 espectadores).
Otro partido incompleto del Real Madrid, esta vez diría que malo, y ya van... demasiados para un equipo que aspira a revalidar el titulo liguero y a hacer grandes cosas en la Champions League. Mal planteamiento de Schuster que debería de darse cuenta a estas alturas lo que todo el mundo sabe: Gago y Diarrá no pueden jugar juntos, al menos en este sistema de juego, pues el de Mali al ocupar Gago el eje central del medio del campo se ve obligado a bascular a una de las bandas y a descolgarse en ataque, de manera que salen a relucir sus carencias técnicas, que por cierto son bastantes. O uno o el otro, pero los dos juntos otra vez no. Pero lo que si que sabe Schuster es el lamentable estado de forma por el que está atravesando Sergio Ramos, un jugador que en estos momentos es un muerto viviente (con la noche de Halloween recién pasada) sobre el terreno de juego, pues ni ataca con eficacia ya que pierde numerosos balones debido a sus imprecisiones, ni defiende con solvencia, unas veces porque le pilla arriba y otras porque le gana la partida su par, pero lo que siempre es evidente es que su banda es un auténtico coladero para los equipos rivales. Unos equipos que le han marcado al Real Madrid la friolera de 25 goles en los 15 partidos oficiales que lleva disputados en lo que va de temporada y que supone recibir casi 2 goles por partido (más concretamente 1,67), que es una auténtica barbaridad, y que a este ritmo de encajar goles no hay equipo que pueda aspirar a nada. Además, de los 15 partidos oficiales citados anteriormente, únicamente a dejado su portería a cero en dos de ellos, contra el Bate Borisov en la Champions y contra el Racing de Santander en Liga. Y es que salvo Pepe, el resto de componentes de la 'autodefinida' por Schuster como la 'mejor defensa del mundo' no ofrecen las suficientes garantías al equipo, incluidos Heinze, que actuando de lateral reduce en un 50 por ciento sus prestaciones al equipo, y Cannavaro, gran protagonista del repliegue del equipo cuando no está Pepe. Y ya para que vamos a hablar de Metzelder o de Marcelo... Y es que el Real Madrid que nos prometieron, el de la excelencia en el fútbol, es el fiel reflejo de su capitán sobre el campo, es decir, un equipo que suda la camiseta como el que más, que pelea los partidos, pero que ni los controla ni los sentencia, dejándolos abiertos hasta el último segundo del mismo, creando incertidumbre en el resultado hasta que el árbitro de turno no pita el final del encuentro. Y todo ello se radicaliza más cuando el rival directo, el Barcelona, está en boca de todos, hablando de las maravillas de su fútbol. Y yo he de ser sincero, la diferencia principal, no digo que la única, entre uno y otro es que los catalanes controlan los partidos los 90 minutos mientras que los blancos no sentencian y dejan el marcador abierto con la posibilidad de que te ganen el partido o te lo empaten como ha sucedido hace unas horas en Almería. Ahora lo que hay que preguntarse es el porqué de esta reflexión y para contestar a todo ello están el Entrenador, el Director Deportivo y el propio Presidente... Lo cierto es que la temporada hay que medirla por como se acaba y no por como se empieza, pero lo que también es cierto es que las sensaciones no son nada halagüeñas, y si no al tiempo.....
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