Pocos equipos en la historia del fútbol han sido tan seductores como el Ajax de Van Gaal. Un equipo que mostraba una gran intensidad en todos los partidos que disputaba, desde el minuto inicial hasta el minuto final.
Todos sus jugadores mostraban sobre el campo un gran talento, adquirido en la escuela de fútbol del Ajax, la mejor del mundo en cuanto a formación de jugadores se refiere. Cada partido era una auténtica exhibición de juego colectivo, empezando por la facilidad con la que iniciaban el juego desde atrás, con una salida limpia de balón, siguiendo por el dinamismo y la capacidad de recuperar y no perder balones del medio del campo y acabando por la rapidez de sus extremos, que pedían el balón tanto al pie como al espacio y que ejercían de auténticos puñales sobre las defensas contrarias, sirviendo numerosos balones tanto al delantero centro como a los múltiples llegadores con que contaban desde segunda línea.
Quizá el gran secreto de este equipo fue su gran disciplina táctica y la enorme capacidad que tenían todos y cada uno de sus jugadores para aplicarla en el momento preciso y siempre por encima del talento individual. En fútbol ya se sabe, someterse a la disciplina del grupo es hacer equipo y es hacer fútbol pudiendo cada jugador desarrollar su talento individual.
La insultante juventud de la mayoría de sus componentes, unida a la veteranía y al saber estar de alguno de ellos, además de la excelente condición física de base de todos y cada uno de sus jugadores, permitían al equipo practicar un fútbol maravilloso, sacrificarse por el colectivo y a la vez brillar individualmente, y lo más importante, ganar los partidos.
La tenencia de las ideas claras por todos sus jugadores en el campo, la disciplina táctica y la posesión del balón como idea básica de juego, con apoyos constantes de varios compañeros y un juego a uno o dos toques máximo, hacen que su forma de juego fuese a la vez tan sencilla como perfecta. Y es que en el fútbol moderno hay cuatro características que todo equipo grande debe de cumplir: una idea de juego en torno al balón, ejercer la presión en todo el campo empezando por los delanteros, la polivalencia de los componentes del equipo para ofrecer variantes tácticas a lo largo de los partidos y el movimiento vertiginoso de la pelota para distraer al rival y mermarlo físicamente. Y a buen seguro que este equipazo cumplía con creces con todas y cada una de esas cualidades.
El Ajax de Van Gaal, además se caracterizaba por la triangulación interna que realizaban todos los jugadores, con constantes desplazamientos del delantero centro hacia los extremos para que éstos buscasen la diagonal hacia una posición certera de gol, obteniendo como ventaja importante la desorientación del sistema defensivo del adversario, a imagen y semejanza del juego del pivote en el balonmano, pues la concepción de delantero que se tiene en el Ajax va mucho más allá del simple cazagoles que buscan todos los equipos.
De este modo, aplicaban al fútbol conceptos de otros deportes, usando el área como zona y en donde los extremos ejercían de aleros de baloncesto en el movimiento de ataque, cortando por la zona de la frontal, de modo que se sabía dónde empezaban pero no dónde iban a acabar a la hora de definir la jugada.
Y como a todos los equipos hay que medirlos por los títulos que cosechan, este Ajax de las dos temporadas gloriosas cosechó nada menos que 7 entorchados. A saber, 1 Champions League en 1995, 1 Copa Intercontinental en 1995, 1 Supercopa de Europa en 1995, 2 Ligas de Holanda o Eredivisie en 1995 y 1996, y 2 Supercopas de Holanda, también llamadas Trofeo Johan Cruijff, en 1995 y 1996. Además, en el resto de temporadas del ciclo ajacied de Louis Van Gaal se consiguieron otros cuatro títulos más, como la Copa de la UEFA en 1992, 1 Liga de Holanda en 1994, 1 Copa de Holanda en 1993 y 1 Supercopa de Holanda en 1994.
En definitiva, un Ajax de Amsterdam que era una máquina de jugar al fútbol con más de la mitad de los jugadores de raza negra, lo que propiciaba una superioridad física con respecto a todos sus rivales, y con un talento en todos y cada uno de sus jugadores que conformaban aquél grupo tan unido, que dió lugar a un equipo de dimensiones superlativas tanto en Holanda como, sobre todo, en Europa, donde llegó a reinar de forma insultante durante dos temporadas. Es el Ajax de Van Gaal, un equipo que si lo llegaste a ver, a buen seguro que te habrá traido buenos recuerdos, mientras que si no tuviste la posibilidad de disfrutarlo en su momento es posible que este serial de cuatro capitulos que aquí se acaba te haya forjado una idea de lo que fue y de lo que significó aquél maravilloso conjunto para la historia del mundo del balón redondo.....
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