Lo llevo avisando durante varias semanas, partido si y partido también. Lo que ocurre es que en el mundo del fútbol las victorias tapan los errores arbitrales, de igual manera que sucede con el juego de los equipos, y hasta el momento el Real Madrid va ganando la mayoría de sus partidos. Y es que tres ligas de forma consecutiva sería un palo muy duro para Laporta, con lo cual da que pensar que su amigo Villar, con elecciones presidenciales a la vista, va a poner toda la carne en el asador para satisfacer los deseos del presi culé.
La tónica de las últimas jornadas ya saben cual es: anularnos goles legales, no pitarnos penaltis claros a favor y si en contra, expulsarnos jugadores de manera injusta dejándo al equipo en inferioridad numérica, etc... y lo más importante beneficiar a un Barcelona que de no ser por las ayudas arbitrales que viene recibiendo partido tras partido debería de estar distanciado del Real Madrid con bastantes puntos por medio, y no empatados como lo están ahora.
Y también echaba de menos las opiniones de Schuster a cerca de las actuaciones arbitrales. Creo que aconsejado por la directiva merengue ha estado guardando silencio partido tras partido, pero lo del sábado en el Calderón clama al cielo. Y lo que debe de hacer el alemán es quejarse, porque aquí el que no llora no mama, como suele decirse: "De no ser por el árbitro hubiéramos ganado 1-5", aseguró el entrenador del Real Madrid en la rueda de prensa posterior al derby.
A continuación reproduzco íntegramente el análisis que hace en las últimas horas el Diario AS mediante un decálogo con los diez errores que tuvo Clos Gomez en contra del Real Madrid y que pensándolo de forma fría uno llega a la conclusión de que parece ser que todo fue hecho con premeditación, nocturnidad y alevosía, como diría alguno por ahí. Y digo decálogo, porque en la crónica que hice del partido únicamente resalté los cuatro más graves, pero fueron diez errores de bulto, unos con más consecuencias que otros, pero en cualquier caso todos en una misma dirección, en contra del equipo blanco:
1. El luso no recibió ni amarilla.
La primera decisión polémica de Clos Gómez tuvo lugar en el minuto 4. Pernía envió a la frontal del área un centro que De la Red logró despejar anticipándose a Maniche. El portugués, que ya no tenía ninguna opción de disputar el balón, golpeó con gran dureza al madridista por detrás y en su tobillo izquierdo. Sorprendentemente, el colegiado ni siquiera le sacó la amarilla.
2. Ruud estaba en posición legal.
En el minuto 21, Van Nistelrooy se aprovechó de un rechace de Leo Franco tras cabezazo de Cannavaro para marcar, pero el colegiado aragonés, a instancias de su asistente, anuló el tanto al considerar que el holandés estaba en fuera de juego. La imagen de la izquierda demuestra que la decisión fue incorrecta.
3. Fuera de juego del capitán por 'un flequillo'.
El asistente volvió a reclamar protagonismo. En esta ocasión, anuló un gol a Raúl al juzgar que estaba en fuera de juego. Siendo riguroso en la interpretación del reglamento, el linier levantó el banderín porque el capitán blanco, cuando Gago le envió el pase, estaba en posición incorrecta por 'un flequillo'. Pero tal y como se observa en la primera imagen superior, los pies del '7' madridista se encontraban en línea con el último zaguero del Atlético. En el vestuario del Real Madrid se considera que este tipo de acciones no se suelen sancionar nunca.
4. El portugués se libró otra vez.
Incomprensiblemente, Maniche seguía en el campo sin haber sido amonestado. El luso volvió a hacer de las suyas en el 35' y, como en el inicio del partido, el destinatario fue De la Red. El atlético, nuevamente sin posibilidad de jugar la pelota, entró con violencia por detrás al madridista, que se retorció de dolor. Clos Gómez, una vez más, tampoco le mostró tarjeta.
5. Higuaín se iba solo... ¡Y pitó!.
Un minuto después, Clos Gómez volvió a perjudicar al Madrid. En esta ocasión, decidió no dar la ventaja y cortó una ocasión clara de gol de Higuaín. El argentino, que aprovechó un gran envío en profundidad de De la Red, ya se iba directo a encarar a Leo Franco cuando el aragonés pitó, muy tarde, una falta de Raúl García sobre Van Nistelrooy. El colegiado, para justificar la interrupción, mostró la amarilla al atlético.
6. Bastaba con una amarilla.
Van Nistelrooy sería el damnificado en la siguiente aparición de Clos. El holandés intentó arrebatar el balón a Maniche, pero llegó tarde y derribó al luso, aunque sin ningún ánimo de agresión. El árbitro le mostró la roja, algo que sorprende si tenemos en cuenta la vara de medir que había utilizado con Maniche. Pero como nueve minutos antes había expulsado a Perea...
7. El argentino salió indemne.
Durísima entrada de Pernía sobre la pierna derecha (la de apoyo) de Sergio Ramos. De nuevo, una infracción de un jugador del Atlético quedaba sin ser debidamente castigada.
8. Castigó al 7 por un leve forcejeo con Assunçao...
Raúl recibió un balón cerca del área atlética y, tras un leve forcejeo con Assunçao, se revolvió perfectamente para batir a Leo con una vaselina. Sin embargo, Clos Gómez ya había anulado la jugada. Sancionó, muy rigurosamente, falta del capitán blanco.
9. ...Y pitó la falta del 1-1 por una acción legal.
Sin embargo, ocho minutos después, el trencilla pitó falta en salto totalmente legal entre Sergio Ramos y Heitinga. Curiosamente, esta decisión tuvo graves consecuencias para los madridistas. Simao lanzó el friki y consiguió el tanto del empate rojiblanco.
10. No vio el empujón de Luis García.
Cuando el partido ya estaba en el tiempo añadido y con empate en el marcador, Drenthe recibió un pase en profundidad de Marcelo, se internó en el área y, solo ante el portero, cayó tras un claro empujón de Luis García. Clos Gómez volvió a mirar para otro lado.
Y EL ARTÍCULO DE ALFREDO RELAÑO, ESPECTACULAR:
Una vez más: los árbitros y el villarato.
Los árbitros se equivocan, claro que sí. Hace sólo dos años Daudén anuló un gol de forma injustificable a Perea en el derby. Sólo que a partir de eso entró en un oscuro túnel, meses sin arbitrar, la internacionalidad perdida. Por menos aún que aquello, Tristante Oliva, el del 'ushiro nage' de Marchena a Raúl, desapareció de nuestras vidas para siempre. Sin embargo, Rodríguez Santiago dio un gol con la mano a Messi ante el Espanyol (que no valió una Liga de milagro) y a los dos días le pusieron para la final de Copa. El mismo Rodríguez Santiago que concedió un gol del Espanyol (al Madrid) después de pitar.
Yo no creo que le pase nada a Clos por su mal arbitraje del sábado. Tampoco a Medina Cantalejo por haber decidido el derby barcelonés de hace pocos días. Como no le pasó nada a Mejuto cuando pitó un penalti fuera del área en el Camp Nou, contra el Atlético, que Ronaldinho tuvo la desgracia de fallar. Al revés: siguió con el número uno, le designaron para el Mundial y si se lo perdió fue porque tenía un linier demasiado gordo. En definitiva: es barato ser valiente con el Madrid, tanto como arriesgado es equivocarse contra el Barça. Pasa desde las últimas elecciones, cuando Laporta apoyó a Villar.
No se trata de instrucciones, no. Basta con ver qué te pasa si te equivocas de una forma u otra para que te tientes la ropa. Los árbitros dependen de unos señores para subir, bajar, ser internacionales, ir a eurocopas o mundiales, pillar cholletes de cursillos por ahí. Reciben muchas pistas sobre lo que se perdona más y lo que menos. Y luego están las designaciones: los halcones y las palomas de Alfonso Azuara. No es lo mismo ir a un campo difícil con Undiano que con Clos. En fin, el villarato. Calderón creía haberlo controlado, pero ya se ve que no. ¡Ah! El domingo, Rodríguez Santiago en el Bernabéu.
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