He de confesar que tengo una gran debilidad por el juego de Fernando Redondo. La primera vez que lo vi jugar fue allá por el inicio de la década de los 90 en un equipo como el tinerfeño, que luchaba por no descender a la división de plata del futbol español y en el que destacaba un jóven veinteañero llegado desde el continente americano, con gran planta, mejor cabeza y con una elegancia superlativa. Pero las cosas no marchaban bien por las Canarias y la llegada al banquillo de Jorge Valdano significó la salvación del Tenerife y el punto de inflexión en la carrera del que para mi ha sido el mejor volante central o medio centro que he podido ver a lo largo de mi vida. A partir de ahí, aquél Tenerife que contaba con jugadores como Ezequiel Castillo, Felipe Miñambres, Dertycia, Diego Latorre o Chano, pasa a ser un equipo importante en España y en Europa, llegando a jugar la Copa de la UEFA ante la Juventus de Roberto Baggio, y Fernando Redondo pasa a estar en boca de todo el mundo en virtud de su calidad técnica, fuerza física y agilidad mental.
Regates marca de la casa, conducciones de balón con esa zurda mágica, disparos desde fuera del área, goles antológicos de falta, personalidad, espactacularidad...
Todo ello y mucho más no pasó inadvertido para Ramón Mendoza, por aquél entonces Presidente del Real Madrid, que tras unos intentos fallidos, en el verano de 1994 consigue hacerse con sus servicios de la mano de Jorge Valdano y que junto a Michael Laudrup, Ivan Zamorano y la aparcicón fulgurante de un chaval de 17 años llamado Raúl, acaban con la hegemonía del Dream Team de Johan Cruyff y con una sequia de titulos ligueros que ya duraba cuatro años...
Fernando Carlos Redondo Neri, que nació en Adrogué, provincia de Buenos Aires (Argentina) el 6 de Julio de 1969, fue un futbolista internacional argentino que mide 1,86 cms. y pesa 80 kilos y que pasó la mayor parte de su carrera en el Real Madrid, además de jugar en Argentinos Juniors, Tenerife y Milán. Además de su nacionalidad argentina natal, posee también pasaporte comunitario tras haber obtenido la nacionalidad española en virtud de los años de residencia en nuestro pais.
Desde pequeño siempre fue un chico aplicado y responsable al que sus padres le inculcaron desde niño el sentido del deber y de la disciplina. Fernando, que se crió en un barrio noble de Buenos Aires en el seno de una familia de clase media, es el mayor de dos hermanos y desde niño su pasión era el fútbol, ya que cuando terminaba de hacer los deberes siempre se iba a jugar con la pelota. En aquellos tiempos, todos los niños de su época idolatraban a Kempes o a Maradona, pero Redondo admiraba a Bochini por su extraordinaria velocidad mental y siempre iba acompañado de su padre al campo de Independiente para poder verlo.
Sus inicios futbolísticos se remontan al fútbol sala, en el equipo del Talleres de Escalada, donde comenzó a demostrar su valía. Pero fue más tarde cuando su padre lo llevó a hacer las pruebas para entrar a formar parte de la cantera de Argentinos Juniors y allí quedaron asombrados del toque de balón que tenía aquel chaval, que manejaba la pierna izquierda como ningún otro chico. Recordar que su formación se produjo en una de las canteras más importantes del fútbol argentino, pues de ella han salido jugadores tan importantes como Maradona, Riquelme, Cambiasso, Coloccini o Sergio Batista.
Su debut en la Primera División de Argentina se produjo cuando tan solo contaba con 15 años de la mano del entonces entrenador de Argentinos Juniors, José Yudica, contra Gimnasia y Esgrima de la Plata, pero fue con el técnico Nito Veiga con el que vivió sus mejores momentos en el equipo del barrio bonaerense de 'La Paternal'. En sus cinco temporadas en Argentinos, el joven Fernando consiguió disputar casi 100 partidos con la elástica de los 'Bichos colorados'.
Al comenzar la década de los 90 el equipo empieza a perder potencial y después de muchos años deja de ocupar las posiciones de privilegio del fútbol argentino. Debido a un error administrativo de Argentinos Juniors por el que se olvidan de enviar los telegramas de renovación de los contratos de los futbolistas, el plantel entero queda libre y al final se se llega a un acuerdo con casi todos a excepción de Silvio Rudman y de Fernando Redondo, la principal figura del equipo que queda libre y ficha por el Tenerife en 1990, tras rechazar varias ofertas del Calcio italiano. Allí le esperaba Javier Azcargorta, por aquél entonces entrenador del Tenerife, equipo con el que nunca consiguió jugar una temporada completa a causa de las lesiones y al que luego llegó el "Indio" Solari, que más tarde sería su suegro. En esos momentos, Fernando empieza a demostrar partido tras partido el gran jugador que lleva dentro y debido a ello, el Presidente del club insular, Javier Pérez, le revisa el contrato por cinco años y pasa a ser uno de los extranjeros mejores pagados de la liga española, además de aumentar su cláusula de rescisión a 10 millones de dólares. Al poco tiempo, Jorge Solari fue cesado y llegó al banquillo isleño Jorge Valdano, con el que jugó a su más alto nivel, participando en la copa de la UEFA y asombrando a media Europa en la eliminatoria frente a la Juventus de Turín, de ahí que varios equipos transalpinos intentaron hacerse con sus servicios.
Ramón Mendoza, por entonces Presidente del Real Madrid se encaprichó del fútbol mágico de Fernando y, tras dos intentos fallidos por hacerse con sus servicios en los veranos del 92 y del 93, consiguió en 1.994 fichar a Redondo por unos 550 millones de las antiguas pesetas más los traspasos de Ramis y Víctor, tras haber contratado previamente a Jorge Valdano como entrenador madridista. 'El Principe', que contaba con multitud de equipos interesados en sus servicios, prefirió fichar por el Real Madrid, el equipo en el que ansiaba jugar y con el entrenador que le había puesto en el estrellato. Todo eran buenas noticias para Redondo hasta que al iniciar la pretemporada, en el estadio de San Mamés sufrió una grave lesión a causa de una entrada de Mendiguren, lo que le impidió poder comenzar la liga con el equipo merengue. Luis Milla ocupó su lugar en el campo, y el equipo ganaba los partidos, lo que provocó el debate de si debía jugar Redondo o Milla, pero el día de su reaparición, precisamente en Bilbao, Redondo salió en sustitución de Milla y se echó el equipo a las espaldas, logrando remontar el partido. Ese año jugó 23 partidos y su equipo ganó la liga.
Al año siguiente, en la temporada 95/96, el equipo no tubo un buen comienzo de Liga y en la tercera jornada, donde el Madrid iba perdiendo con el Oviedo, el público comenzó a pitar a Redondo. El equipo deambulaba por la competición doméstica y en Europa fue eliminado por la Juventus de Turín, partido que no pudo disputar Redondo pues tres días antes, en un partido de Liga contra el Albacete, Josico lo lesionaba y daba por terminada la temporada para Redondo que aún así terminó siendo el mejor del Madrid, junto a Raúl, y jugando otros 23 partidos de liga. Temporada decepcionante en la que Jorge Valdano fue cesado y sustituido por la pareja Arsenio Iglesias y Mariano García-Remón, que no consiguieron clasificar al equipo para las competiciones europeas del próximo año.
En la temporada 96/97 llega Fabio Capello como entrenador que, tras una lesión en la pretemporada que le impidió comenzar la Liga, parecía no contar mucho con él, pero el mal funcionamiento del equipo necesitaba de Fernando en el campo, cosa que quedó clara cuando tras su reaparición el Madrid comenzó a jugar mejor y él se hizo imprescindible en los esquemas de Capello, que quedó prendado de su fútbol y de su personalidad e intentó llevárselo con el al Milán, equipo al que dirigiría el próximo año. Ante los 'cantos de sirena' procedentes de Italia, amplió su contrato con la casa blanca hasta el año 2003, con una cláusula de rescisión de 100 millones de dólares.
En la temporada 97/98, tras la salida de Fabio Capello, aterrizaba Jupp Heynckes en el banquillo del Madrid. El entrenador alemán apostó por el juego de un Redondo que alcanzó el punto de gran madurez dentro de su carrera deportiva al proclamarse Campeón de Europa con el Real Madrid frente a la Juventus de Turín con gol de Pedja Mijatovic. Eran momentos de vino y rosas para Fernando, pues las lesiones le estaban respetando y se había convertido por derecho propio en el mejor medio centro del mundo.
En la temporada 98/99, nuevamente se produce un relevo en el banquillo madridista, el holandés Guus Hiddink es el que se hace cargo del equipo tras el fugaz paso de José Antonio Camacho por el banquillo madridista. La temporada comienza bien para el Real Madrid, que consigue proclamarse Campeón del Mundo, ganando la Copa Intercontinental frente al Vasco de Gama por (2-1) y en donde Redondo juega los 90 minutos con una actuación destacada. Pero los malos resultado en Liga conllevan la destitución de Hiddink y la vuelta al banquillo madridista casi diez años después de John Toshack, que se encontraba entrenando en Turquía. Redondo se hace con un puesto de titular indiscutible y al final se consigue salvar la temporada con un segundo puesto en la Liga, además del título de la Copa Intercontinental conseguido en Diciembre.
John Benjamin Toshack consigue el crédito suficiente para continuar en la siguiente temporada, la 99/00, en el banquillo del Real Madrid. La temporada no empieza bien en la competición doméstica llegando a estar en el puesto 17º en la jornada 14 y el técnico galés es cesado, pasando a ocupar su puesto un hombre de la casa, Vicente del Bosque. A partir de ahí, el equipo se apoyó en el juego de Fernando y consiguió levantar el vuelo en la Liga para acabar en quinta posición y conquistar su segunda Copa de Europa y la 'Octava' por parte del Madrid frente al Valencia de Hector Cúper, Mendieta y el 'Piojo' López, siendo elegido Fernando el mejor jugador de la competición. Al finalizar la temporada, se producen elecciones a la presidencia del club blanco y Fernando hace alguna declaración en favor de Lorenzo Sanz, que da como resultado su polémico traspaso al Milán por 3.850 millones de pesetas porque es Florentino Pérez el que consigue ser Presidente del Real Madrid. En total fueron casi 200 las veces que Fernando se enfundó la elástica blanca.
Con su fichaje por el Milán, Alberto Zaccheroni pretendía dotar al equipo italiano de un jugador que aglutinase todo el peso del equipo milanés. Pero lejos de ello, una carrera llena de luces, como la de Fernando Redondo, dió un giro radical y pasó a estar llena de sombras, puesto que cayó en repetidas lesiones y recaidas que no le impidieron jugar nada más que 16 encuentros con la elástica milanesa en un total de 4 temporadas que estuvo en el club de Berlusconi, llegando a dejar de percibir su salario en la última temporada, gesto que pasará a los anales de la historia. Además, Fernando que tardó más de 2 años en jugar su primer partido con la elástica rojinegra, fué uno de los motivos por los cuales el Milán creó el famoso 'Milan Lab', pues el club italiano consideró a partir de entonces esencial la salud de sus jugadores como principal activo de la sociedad y se decidió a dar luz verde al proyecto de crear una red de alta tecnológica en prevención de lesiones, utilizando la informática en la preparación atlética.
Redondo jugó con la Selección Argentina en 29 ocasiones. Según algunas fuentes, Carlos Bilardo quería llamar a Fernando para que participase en el Mundial de Fútbol de Italia'90, pero Redondo rechazó la oferta para poder continuar sus estudios universitarios. Aún así, comenzó su carrera en la selección en la primera etapa de Alfio Basile entre 1992 y 1994, participando en el que sería su único Mundial, el de Estados Unidos'94. A partir de ahí, el técnico siguiente, Daniel Passarella, excluyó a Redondo del combinado albiceleste, argumentando que éste se negaba a jugar por la izquierda, cuando en realidad el motivo no fue otro que la negativa de Redondo a cortarse el pelo por ir contra sus principios, motivo imprescindible para ser seleccionado en aquellas fechas por Pasarella. Más tarde, durante la etapa de Marcelo Bielsa, fue convocado para un par de amistosos contra Brasil, en donde fue la figura del primer encuentro, anulando a Rivaldo, que era la estrella de la 'canarinha', pero que a partir de entonces, Redondo decidió renunciar a la Selección argumentando una imposibilidad de rendir a su mejor nivel por sus problemas en la rodilla.
Dentro de su amplio palmarés, podemos destacar 2 Ligas de España (1995 y 1997), 1 Supercopa de España (1997), 1 Copa de Italia (2003), 1 Liga de Italia (2004), 3 Copas de Europa (1998 y 2000 con el Real Madrid; 2003 con el Milán), 1 Copa Intercontinental (1998), 1 Copa Sudamericana Sub-16 (1985), 1 Copa Confederaciones (1992), 1 Copa América (1993), Trofeo al Mejor Jugador de la UEFA Champions League en el año 2000 y Trofeo EFE al Mejor Jugador Iberoamericano en el año 2000.
Fernando Redondo fue un futbolista imperial, no sólo en la faceta creativa del juego sino también en la destructiva, lo que le ha permitido ser considerado como uno de los mejores mediocentros del mundo. Conjugaba como nadie la fuerza con la técnica, aportando una dósis de carácter capaz de hacer a los equipos en los que juegaba eminentes dominadores de los tiempos de los partidos. Sin duda, Fernando nació dotado de una calidad técnica innata y de una gran fuerza física, que le hacían disponer de una gran cantidad de recursos a la hora de jugar a lo que mas le gustaba, el fútbol. Además de aunar talento con fuerza, sabía combinar a la perfección la elegancia y la espectacularidad con la practicidad que requería la situación en determinados momentos. Su juego se basaba en el control absuluto del balón, siendo él quien se adueñiase del juego y quien decidiese que hacer con el balón en cada momento de los partidos. Su futbol necesitaba tener siempre la referencia del balón, jugando siempre por detrás del esférico, distribuyéndolo magistrálmente con su gran visión del juego y su preciso pase. Y por eso, nunca rindió bien cuando se le intentaba ubicar por delante de un mediocentro, lease Luis Milla, para jugar como mediapunta por detrás de los delanteros y así aprovechar su repertorio de regates, disparos y movimientos, puesto que él no sabia jugar de espaldas a la porteria o sin la referencia del balón. La evolución en su juego fue tan espectacular como imprevisible, pues al juego espectacular y despreocupado que mostraba en el Tenerife añadió auténticas dosis de mando sobre el terreno de juego, siendo una referencia para sus compañeros y llegando a convertirse en un jugador total, capaz de hacer grandes jugadas y de dotar del equilibrio necesario a sus equipos en la parcela ancha del terreno de juego. Es por ello que su juego decreció en espectacularidad en el Real Madrid pero ganó en escelencia futbolistica, saber estar, dotes de mando y, en definitiva, categoría como jugador. Pese a ello, ha dejado en la memoria de los aficionados jugadas tan impresionantes como la del taconazo protagonizado en Old Trafford frente al Manchester en las semifinales de la Champions League, en donde tras marcharse con velocidad, lanzó un magistral contragolpe por la banda izquierda, y con un sutil taconazo, dejó en bandeja un gol a Raúl que firmó el pase a la Final. Digamos que Fernando era la prolongación del entrenador dentro del campo, el jugador que transmitía al resto de compañeros los pensamientos del entrenador y que interpretaba el sentido de los partidos según le convenía a su equipo. Poseía innumerables virtudes, pero quizá una de las mas importantes es que protegia la pelota como nadie, resultando una tarea casi imposible quitársela. Su calidad técnica siempre era su primer recurso pero si la situación se complicaba salían a relucir otro tipo de recursos, de los cuales era un maestro, como sus movimientos de brazos. Sin duda alguna, su gran evolución en el club blanco fue la de realizar un futbol cada vez mas colectivo, pero siempre echándose el equipo a sus espaldas y, cuando el partido se complicaba, no dudaba en avanzar con el balón sorteando rivales hasta tener una mejor opción de pase, en virtud de su amplia zancada, potencia física y preciso disparo, que no lo utlizaba con demasiada frecuencia. Sin duda, un estilo de jugador que ahora mismo no hay en el panorama futbolistico actual, pues ya me contarán que mediocentro del mundo es capaz de quitar como Makelele o Desailly y de construir como Guardiola o Pirlo. Y eso era Fernando, un Guardiola encerrado en un Desailly o un Pirlo encerrado en un Makelele. En el caso de que existiese este tipo de jugador, ¿se imaginan cuantos euros valdría su fichaje? Sinceramente, creo que no habría dinero para comprar a un jugador que quería la pelota en los momenos calientes de los partidos en que al resto de compañeros les quemaba entre los pies. ¿Acaso habría ahora el incomprensible debate de si Milla o Redondo? Pues eso. En definitiva, Fernando Redondo un jugador con unas condiciones técnicas y físicas puestas al servicio del equipo y que paseó su personalidad, la elegancia y la finura de su fútbol por todos los campos en donde jugó y que además recibió la admiración y el respeto de todos y cada uno de los entrenadores que tuvo..........
1 comentario:
lo mejor que he leido sobre Fernando Redondo en años, enhorabuena, y el blos ¡estupendo!, lo unico malo que cuando escribes en verde buf cuesta leerlo, pero MAGNIFICO
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