El Real Madrid ganó sin brillantez su primer compromiso europeo de la temporada ante el modesto equipo biellorruso del BATE Borisov por 2-0). Un resultado vital para afianzar su posición en un grupo tan complicado como el que le ha tocado en esta Liga de Campeones.
Una victoira demasiado corta en el marcador, pese a que dispusieron de innumerables ocasiones de gol, y una apuesta futbolistica demasiado rácana que confirmó las sensaciones que viene dejando el equipo blanco en este inicio de la temporada, no muy lejanas de las sensaciones que ya mostraba el equipo de Bern Schuster el año pasado.
Los blancos se muestran como un conjunto con bastante pegada pero sin llegar a transmitir seguridad y continuidad en su juego. el partido se presentaba como una obligación para ganar, lease golear, y sobre todo convencer a una afición a la que se le prometió la excelencia en el fútbol, como escusa para el multimillonario despido de Fabio Capello (2 Ligas en dos temporadas no consecutivas) y que sólamente a visto en contadas ocasiones a un conjunto que domine y cierre los partidos sin pasar demasiados apuros. Aún así, lo más positivo de todo es que, por primera vez en lo que va de temporada y pretemporada, el conjunto merengue consiguió dejar su porteria a cero, claro que ante un equipo que prácticamente no llegó al area rival la tarea no se presumía muy complicada.
El equipo tuvo un inicio fulgurante ante la endeblez del cuadro bielorruso y sólo la falta de acierto de Guti, en un mano a mano, y un centro de Robben sin rematador impidieron a los de Schuster ponerse por delante en el marcador en esos primeros instantes. Si bién, lo conseguiría antes del cuarto de hora: Guti recibió en la frontal asistió implacablemente a Sergio Ramos y éste al primer toque consiguió el primer tanto.
A partir de aquí el equipo entró en un mar de dudas que se traducían en un juego anodino, si bien es verdad que dispuso de varias ocasiones que por un motivo u otro no llegaron a fructificar. Pero lo más destacable del encuentro son las sensaciones que viene dejando el equipo blanco partido tras partido, adoleciéndo de futbolistas que aglutinen el juego y le de continuidad, de modo que su presencia en los partidos es demasiado discontinua.
El equipo blanco perdió a Gago por lesión a la media hora y tuvo que dar entrada a Diarrá en su lugar. En el segundo tiempo mejoró un poco el partido, el partido pasó a ser dominado casi al completo por los blancos y consiguió encerrar en su campo al conjuto bielorruso. Fruto de este asedio, el Real Madrid cerró el partido con un tanto de Van Nistelrooy cuando quedaba media hora para la finalización del encuentro.
El Real Madrid, con un jugador más por la expulsión de Khagush por doble amarilla, desaprovechó la ocasión de conseguir una goleada histórica y de aumentar su 'goal average' particular de cara a un posible desempate final en un grupo que se presenta muy disputado con el Zenit y la Juve.
Una victoira demasiado corta en el marcador, pese a que dispusieron de innumerables ocasiones de gol, y una apuesta futbolistica demasiado rácana que confirmó las sensaciones que viene dejando el equipo blanco en este inicio de la temporada, no muy lejanas de las sensaciones que ya mostraba el equipo de Bern Schuster el año pasado.
Los blancos se muestran como un conjunto con bastante pegada pero sin llegar a transmitir seguridad y continuidad en su juego. el partido se presentaba como una obligación para ganar, lease golear, y sobre todo convencer a una afición a la que se le prometió la excelencia en el fútbol, como escusa para el multimillonario despido de Fabio Capello (2 Ligas en dos temporadas no consecutivas) y que sólamente a visto en contadas ocasiones a un conjunto que domine y cierre los partidos sin pasar demasiados apuros. Aún así, lo más positivo de todo es que, por primera vez en lo que va de temporada y pretemporada, el conjunto merengue consiguió dejar su porteria a cero, claro que ante un equipo que prácticamente no llegó al area rival la tarea no se presumía muy complicada.
El equipo tuvo un inicio fulgurante ante la endeblez del cuadro bielorruso y sólo la falta de acierto de Guti, en un mano a mano, y un centro de Robben sin rematador impidieron a los de Schuster ponerse por delante en el marcador en esos primeros instantes. Si bién, lo conseguiría antes del cuarto de hora: Guti recibió en la frontal asistió implacablemente a Sergio Ramos y éste al primer toque consiguió el primer tanto.
A partir de aquí el equipo entró en un mar de dudas que se traducían en un juego anodino, si bien es verdad que dispuso de varias ocasiones que por un motivo u otro no llegaron a fructificar. Pero lo más destacable del encuentro son las sensaciones que viene dejando el equipo blanco partido tras partido, adoleciéndo de futbolistas que aglutinen el juego y le de continuidad, de modo que su presencia en los partidos es demasiado discontinua.
El equipo blanco perdió a Gago por lesión a la media hora y tuvo que dar entrada a Diarrá en su lugar. En el segundo tiempo mejoró un poco el partido, el partido pasó a ser dominado casi al completo por los blancos y consiguió encerrar en su campo al conjuto bielorruso. Fruto de este asedio, el Real Madrid cerró el partido con un tanto de Van Nistelrooy cuando quedaba media hora para la finalización del encuentro.
El Real Madrid, con un jugador más por la expulsión de Khagush por doble amarilla, desaprovechó la ocasión de conseguir una goleada histórica y de aumentar su 'goal average' particular de cara a un posible desempate final en un grupo que se presenta muy disputado con el Zenit y la Juve.
Ah, se me olvidaba. El gran CR7 reapareció en Old Trafford contra el Villarreal tras su operación de tobillo y jugó la última media hora del encuentro. ¿Es el jugador que le falta al Real Madrid para conseguir la excelencia prometida? Por supuesto, es uno de los jugadores que le faltan al Real Madrid para ser considerado un equipo hipercompetitivo. Un jugador diferente, capaz de marcar las diferencias y de los que no hay demasiados en la actual plantilla del club blanco, donde abunda la clase media-alta pero donde escasean los cracks mundiales.
REAL MADRID: Casillas; S. Ramos, Cannavaro, Heinze, Marcelo; Gago (Diarra, min.35), Guti (Higüaín, min.68), Van der Vaart; Robben (Drenthe, min.62), Raúl y Van Nistelrooy.
BATE BORISOV: Veremko; Khagush, Rznevski, Sosnovski, Yurevich; Sivakov, Likhtarovich (Volodko, min.57), Nekhaychik, Kryvets, Stasevich (Zhavnerchik, min.46); Mirchev (Kazantsev, min.65).
1 - 0. Min, 11. Sergio Ramos.
2 - 0. Min, 57. Van Nistelrooy.
ÁRBITRO: Alain Hamer (LUX). Expulsó a Khagush por doble amarilla (min.47 y min.63) y amonestó a Kryvets (min.79).
Estadio Santiago Bernabéu, 65.000 espectadores.
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